El
10 de Junio de 1933 comenzó una de las mayores hazañas de la aviación mundial.
La protagonizaron dos españoles. Uno de ellos natural de Guadalajara.
El
Vuelo del Cuatro Vientos marcó un antes y un después en la aviación.
"Cuatro
Vientos. El prodigioso vuelo de Barberán y Collar", está considerado como
uno de los mejores libros que tratan el tema y se adentran en la historia:
"Este
libro ha sido para mí una sorpresa mayúscula, o más bien, una serie de
sorpresas; no es un libro, sino dos; es una novela histórica en la que la
historia está por encima de la novela, el relato es sumamente ameno y todo lo
relacionado con los aspectos aeronáuticos ha sido esudiado y analizado
minuciosamente.
El
autor, Tomás Gismera Velasco, paisano de Mariano Barberán, ha hecho una
creación literaria en la que se entrelazan las aventuras y riesgos del vuelo
del Cuatro Vientos con la turbulenta marcha de la recién instaurada República
Española. Para quienes sólo buscábamos información del Cuatro Vientos aturde
algo el salto de los encuentros de Barberán-Cóllar a los desencuentros entre Niceto
Alcalá Zamora y Manuel Azaña (Presidente y Primer ministro de la entonces
República Española).
Desde
el punto de vista de los grandes valores de la gesta, no cabe duda de que el
autor está consciente, y así lo manifiesta claramente en el transcurso del
relato, de que se trata del vuelo más importante de la aviación española,
lamentablemente oscurecido por valoraciones equívocas de hechos ajenos a la
hazaña. En todo el libro campean los grandes valores del vuelo, la enorme
personalidad de los dos aviadores, así como las excelencias de la magnífica
aeronave que fue el Breget XIX.
Es
de agradecer las descripciones sobre el estado de ánimo de los aviadores, según
las circunstancias del vuelo; el entusiasmo al saberse sobre el objetivo; la
recepción en Cuba, las dudas sobre la salida hacía México por culpa de la
meteorología poco favorable, etc., que reflejan la personalidad de dos pilotos
de excepción.
Finalmente,
el autor distingue entre los avales que respaldan la caída en la sierra
poblanao en el golfo de México. Los termina con las palabras que pone en boca
del embajador Alvarez del Vayo tras recibir el informe de la cámara fabricaba
en España:
-El Cuatro Vientos cayó al mar, el Atlántico
que volaron como héroes se convirtió en su sepultura eterna.
Un
verdadero oasis en ese erial de desinformación a que estábamos
habituados..."
(Manuel
Ruiz Romero Bataller. Primer historiador de la aviación de México).
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